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Luego de una movida jornada en la Universidad voy llegando agotado
a casa. Se nota y mucho el cambio total de vida, hasta hace poco el tiempo era
nuestro en el colegio, realmente nada nos presionaba, jeje, con escasos
dieciocho años parece que ahora sí va en serio.
En casa ya están todos, mis hermanos han llegado del cole,
Papá del trabajo, lee el periódico sentado en su sofá de siempre, me acerco, le
doy un beso. Mamá me llama desde la
cocina,
“Carlitos, ven, tengo que decirte algo urgente”.
Uyuyuyyyy, ahora sí que la he liado, ¿qué habré hecho???
Dejo la mochila de la universidad en la mesa del salón, voy con ella,
Mamá prepara la cena, le doy un abrazo y con cierta intranquilidad espero la
“noticia”.