.
La imagen la recuerdo intacta a pesar de los años transcurridos … Allá por los años Sesentas, es Domingo, soleado y caluroso, siguiendo la tradición familiar nos reunimos todos en casa de los abuelitos, en nuestra querida Lima. Sumando éramos por ese entonces más de veinte nietos llevados por sus seis hijos y parejas ... Nuestra abuelita Yolanda preparaba por la mañana sus riquísimos espaguetis rojos con carne, bien regados de queso parmesano, ... llegada la hora almorzábamos todos juntos sentados en la larga y engalanada mesa …
Luego de algún sabroso postre que tenía para nosotros la abuelita salíamos los menores disparados a jugar al jardín ... Jeje, Muchas veces ella tenía que esconderlo para evitar que en una fugaz visita a la cocina alguno dejásemos marcados nuestros pequeños dedos antes de almorzar en esa rica tarta helada de piña y naranja, la deliciosa mazamorra morada o el dulce arroz con leche espolvoreado de aromática canela ...
A los abuelitos les brillaban los ojos de una tierna manera cuando nos tenían a todos sus nietos corriendo, riendo y jugando a su alrededor ... Así llegaba por la tarde la hora de la merienda, con todos los nietos sentados alrededor de nuestro abuelito Vidal.
Luego de algún sabroso postre que tenía para nosotros la abuelita salíamos los menores disparados a jugar al jardín ... Jeje, Muchas veces ella tenía que esconderlo para evitar que en una fugaz visita a la cocina alguno dejásemos marcados nuestros pequeños dedos antes de almorzar en esa rica tarta helada de piña y naranja, la deliciosa mazamorra morada o el dulce arroz con leche espolvoreado de aromática canela ...
A los abuelitos les brillaban los ojos de una tierna manera cuando nos tenían a todos sus nietos corriendo, riendo y jugando a su alrededor ... Así llegaba por la tarde la hora de la merienda, con todos los nietos sentados alrededor de nuestro abuelito Vidal.
Es entrañable recordar cómo nos tenía embelezados, cómo podía despertar tanto la imaginación de sus nietos. Soy el segundo mayor de ellos, y en esa época, con los pocos años que teníamos, sentía estar viviendo realmente lo que nos contaba, …
No sé lo que daría ahora por poder estar allí sentados todos juntos de nuevo.
Esas tardes de domingo nos relataba las aventuras vividas por él y sus hermanos en la hacienda que tenían sus padres en la sierra de Arequipa,… de sus paseos a caballo por las montañas,… de cómo se fue en barco a Chile a buscar a la mujer de su vida, la abuelita Yolanda, … de cómo vio un platillo volador por primera vez,… tantas y tantas historias que con el paso del tiempo me doy cuenta que no he querido ni quiero pensar si eran del todo ciertas, al contrario, mi corazón me dice que las guarde intactas, tal como nos las contaba.
El abuelito Vidal solo quería entrar en cada uno de nosotros y dejarnos su recuerdo y su cariño para que los conservásemos. Y es lo que he hecho, guardarlos como los tesoros más valiosos.
Y luego con los primos volvemos a jugar al fútbol en el jardín, esperando la llamada de la abuelita Yolanda, dicen por allí que hay tarta de frutas y helados de chocolate ...
...................
Las personas cuando llegan a su dorada madurez atesoran dentro de sí la experiencia recogida en el día a día ... Pero saber trasmitirlo con la fantasía y la magia que necesita un niño, ése ya es un Don Especial ...
Deseo de corazón que esta anécdota propicie despertar recuerdos y cariños propios en tí, y en quienes me han permitido su tiempo para compartir con ell@s estas líneas ... Si es así, me alegro de verdad por vosotros, porque cuando recuerdo a nuestro abuelito Vidal y sus historias Sé que hemos sido unos nietos muy afortunados.
Todos sus nietos los queremos y recordamos siempre ...
............................
Gracias mi buen@ amig@ por dedicar unos minutos de tu tiempo a acompañarnos en estos recuerdos, ... confío motiven a traerte entrañables recuerdos propios, si es así me harás sentir muy bien si quieres compartirlos.
Recibe un afectuoso abrazo.
CARLOS LOZANO.
Foto inicial: Nuestra numerosa familia una cariñosa tarde de domingo, arropando a nuestros abuelitos Yolanda y Vidal. Se da la especial circunstancia en esta foto que coinciden ese día nuestros cuatro queridos abuelitos.
Foto central: Allá por el año 1976, Todos Juntos celebrando las Bodas de Oro de nuestros abuelitos en nuestra Querida y Añeja Lima.
.
Me encanta... muy lindo poder recordar los cuentos de mi papapa Vidal, yo no tengo tan buena memoria para recordar con detalle lo que nos decia... pero lo que si recuerdo es que me quedaba anonadada con sus relatos y me encantaba estar alli... escuchandolo y saboreando todo lo que nos ofrrecia mi mamama Yola. Gracias por compartir, besos Lula
ResponderEliminarYo no tuve la suerte de conocer a ninguno de mis abuelos, pero he vivido el cariño, la comprensión, paciencia y dulzura con que mis padres atendian a sus nietos. Lo que sé de ellos es lo se comentaba en casa cuando surgía algún recuerdo de mis padres por lo suyos.
ResponderEliminarAunque nos dejaron siendo mayores lo poco que sé de los abuelos me hace pensar que no tuve la oportunidad de conocer a personas a los que merecería la pena abrazar. Eres grande Lozano. Un beso M.Carmen
Que hermosa narracion!! Te juro que se me salen las lagrimas de la emocion, es como sentirlo en carne viva.
ResponderEliminarNo tuve la suerte de compartir con los abuelos por muchos anhos, porque naci cuando ya casi se habian olvidado de seguir teniendo nietos jajaja... fui una sorpresa para papa y mama despues de muchisimos anhos y por lo tanto perdi a los abuelitos cuando solo tenia 4 anhos. Pero aun asi recuerdo lo dulce y tierno que es el amor de los abuelitos. Espero con muchas ansias poder brindar el mismo tipo de amor a los nietos que lleguen.
Tienes una familia grande, bella y que bien que has podido compartir tiempo al menos con algunos de ellos en tu viaje a Miami. Felicitaciones por esa narrativa perfecta.