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Se acerca el final del día, va cayendo la noche de este sábado, último día de Octubre, me enfundo las botas de montaña, es buen momento para salir a hacer ruta, de esas sin destino, sin pensar.
El frío del norte ya se va dejando sentir por estos lares, con lo que casi mejor me abrigo, con un chaleco nórdico, y debajo uno de los jerseys que acabo de "heredar" de nuestro querido Rodrigo, "Papá, si te quedan, para ti, que ya no me los pongo hace tiempo", y resulta que a mí eso me encanta.