sábado, 25 de agosto de 2012

Expedición Lagartus, Barco Pirata con Destino Alcoceber 1

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Es curioso, conforme transcurren con paso cansino y sudoroso los calurosos días del mes de Julio en la señorial Villa de Madrid, por estribor ya asoman sus orejas los días del calendario que empiezan “en 3”, y en esas precisas circunstancias se va notando una agradable tensión que se desliza cual inquieta  serpiente,  “In Cresscendo”, entre la aguerrida tripulación de nuestro Barco Pirata.
 
 
 



Con la experiencia de aquel marino, más que curtido en mil batallas navales apoyo los codos en las barandillas de estribor y me pregunto:“Qué será ESO que pone tan nerviosa a la tripulación del Lagartus”, porqué esa excitación, esa ansiedaddd???”
 

Llegada la temprana madrugada del primer sábado de Agosto la aguerrida tripulación y Un Servidor zarpamos desde Madrid con destino al Puerto de Alcoceber, con las abultadas alforjas preparadas la noche anterior dentro de nuestra fiel Nave Lagartus, ya Carlitos cantaba hace días por bulerías que debíamos hacer la ruta de cuatro horas de un tirón, jeje, sin paradas pa` desayunos, pis ni similaressss … conforme el Lagatus devoraba los kilómetros la predicción se iba cumpliendo, cierto es con alguna esporádica indirecta, que si me quiero fumar un cigarrito, que cuanto faltaaa, que papá me meooo … pero luego las ansias nos podían más, y nada, seguimossss, hasta que los carteles de la carretera anunciaban Valencia, luego Castellón, Benicasim, y por fin Torreblanca, nuestra salida en el Mediterráneo Español con destino ALCOCEBERRR ¡!!
 
El trajinado corazón y sus dulces recuerdos, Madre y Padre de todas las Ciencias son Maestros Insignes en estas particulares y curiosas situaciones: Ambos Grumetes, el Mayor y el Menor, el Pata de Palo Carlos Ignacio y el del Parche en el Ojo Don Rodrigo SINTIERON Y VIVIERON desde sus primeros meses, puedo confesarte que casi NACIERON , jeje, o tal vez alguno fue encargado en este querido otrora pueblo de pescadores desde donde te escribo esta misiva, un pueblecito de nombre ALCOCEBER, o más bien ALCOCEBRE  como insiste el Grumete Carlos Ignacio en aclarar, un pueblo de costa, con hermosas playas bañadas por las tranquilas aguas del Mar Mediterráneo, protegidas por las montañas de la Sierra de Castellón, con su casi centenaria Ermita, arriba del todo, la cual veo preciosa, iluminada en esta noche estrellada de mediados de Agosto desde la terraza de nuestro apartamento, mientras transcribo con espesa parsimonia veraniega en este arrugado pergamino los momentos compartidos por la Ilustre tripulación del tal vez algún día centenario Lagartus.
 
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Pero reconozco con nostalgia que esas intensas sensaciones de los chicos me son muy familiares, e imagino para ti también lo son, llevado por los recuerdos a las mismas tempranas edades de nuestros hijos percibo de nuevo esa ansiedad y ese casi “No puedo dormirme mamá” en los días previos al que con mis pequeños hermanos, Mamá Toyita y Papá Carlitos poníamos velas y timón a bordo de aquella querida y recordada camioneta Morris con dirección a nuestra blanca casita de la playa en Lima, recorriendo la Panamericana Sur, pasando Punta Hermosa, San Bartolo, hasta llegar a nuestro destino, Punta Negra.
 
 
 
Esos meses de verano infantiles merecen ser recordados más adelante en un apartado especial, con nuestro papá yendo a Lima a trabajar, muy tempranito por la mañana, mientras nosotros éramos los reyes de la playa, disfrutando con mamá y los amigos de esos interminables días de playa, esperándole para darnos juntos el último chapuzón del día  ...
 
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Pero si te parece mejor volvamos a Alcoceber, que el calor aprieta y vamos llegando, ya se divisa el mar y la playa desde las ventanillas del coche …
 
 
 
Mediodía caluroso, muy caluroso en el Levante Español, que nos acogió bien, empezamos  con una grata recepción, al llegar a Playa Romana aparcamos y nos dirigimos a nuestro Apartamento, perfectamente preparado, impecable, … todo fue descargar bártulos y salir disparados A LA PLAYAAA ... El reencuentro cálido y lleno de alegrías en la piscina con los amigos del verano fue entrañable, Jose Luis y Ana llegados desde Valencia con sus hijos Charo, Carlos, Mónica y sus parejas, Manolo y Montse desde Barcelona, MariCarmen y Victor desde Zaragoza, con sus pequeños hijos, Pascqal y familia desde el Norte de Francia … Qué Gustazooo,  Empezó lo Bueno Señoresssss …
 
A Rodriguito le faltó tiempo para su Clásico Ponza Vaaaa ¡!!, jeje, Bomba Vaaa en lengua de cuando lo decía con tres añitos, lanzándose a la carrera en bomba a la piscina, Carlos Ignacio cogiendo con prisas su mochila para ir al encuentro de sus amig@s del verano en las blancas arenas de la cercana Playa del Cargador,  y nosotros???, María José y quien escribe recibidos con abrazos,  unas cervecitas bien frías y unos sabrosos aperitivos al borde de la piscina, las bromas y el cachondeo acuñado a lo largo del tiempo con l@s amig@s de la playa, EMPEZARON LOS DÍAS GRANDES, sencillos y llenos de buenos momentossss …
 
 
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Sentado por la tarde en la terraza del restaurante de nuestros amigos Virginia, Felipe y Juanfran, en mesa preferente con vistas, de sombra, al lado de la piscina, acompañado de una fría copa con harto hielo y clásico licor de hierbas gallegas ya iremos desgranando con escribir pausado anécdotas, describiendo las vivencias tan diversas y especiales de estas fechas, sensibles y alegres momentos compartidos con la familia y l@s amig@s,
 
Espero estas líneas hayan conseguido traer a vuestra memoria gratos recuerdos de aquellos veranos en que, bien como hijos, bien como padres viviste y guardas dentro de ti con alegría y nostalgia, espero nos quieras compartir tus comentarios y recuerdos,
 
 
 
Recibe un afectuoso abrazo de este playero y algo bronceado amigo.
CARLOS LOZANO.


Relato 1 de 3.
 

1 comentario:

  1. La verdad es que el viaje fue muy agradable, en la carretera no había los atascos de salida de otros años y finalmente gano Carlos Ignacio en que hicieramos el viaje de un tiron sin paradas; se notaba en el ambiente que todos queriamos llegar cuanto antes y reencontrarnos cada unos con nuestros amigos, la llegada fue genial.
    M.J.L.

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