Dios a la Gloria le cambió de nombre y le puso PERÚ !!!

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Conforme avanza este caluroso mes de Julio en Madrid se entremezclan las carreras y prisas del día a día con las tardes algo más tranquilas, entre charlas de terracitas, el huerto y las piscinas, preámbulo de nuestra escapada veraniega al Mediterráneo ... Charlando gracias a los chats, el Skype y demás modernidades hace unos días una buena amiga me recordaba anécdotas infantiles de nuestro Perú de antaño, trayendo al presente añoranzas propias de este Mes de la Patria …

Estas líneas con vuestra venia me he permitido dedicarlas en esta fecha especial a quienes, como yo vivieron su infancia y juventud en la Tierra de Chabuca Granda, a quienes disfrutamos cuando en la mesa encontramos un buen cebiche, un rico lomo saltado con su picante ají molido al lado, y una mazamorra morada con su Inca Kola, a quienes recordamos aquel Perú Campeón del México 70 de Chumpi, Sotil y Cubillas, a quienes nos emocionamos al escuchar al Zambo Cavero junto a la guitarra de Oscar Avilés, que echamos unas discretas lágrimas a los sentidos acordes de Contigo Perú, El Plebeyo o Llorando mi Guitarra, con los Hermanos Zañartu y sus canciones llenas de emoción, o al ver imágenes de nuestra tierra con fondo musical de “Y se Llama Perú” ...

Si me lo permiten de manera particular van dedicadas a nuestro Querido Papá Carlitos, que a estas horas debe haber montado ya la Jarana Criolla en el Cielo con los amigos de colegio y familiares, estas fechas siempre fueron entrañables para Ti Papito Lindo, Estás siempre a nuestro lado, Te Queremos mucho …

Reconozco que muchos de nuestros recuerdos infantiles están intensamente relacionados con los viajes en familia alrededor del Perú que realizamos juntos con nuestros papás Toyita y Carlos, la Costa desde Tumbes hasta Tacna, la Sierra y sus pueblecitos, Huancayo, Tarma, y más adelante en nuestra juventud cuando viví una de las experiencias más gratas al completar los duros e impresionantes Caminos del Inka en Cuzco, o los posteriores viajes con los amigos, con quienes recorrimos el Perú entero siguiendo sus Festividades: los Carnavales de Cajamarca, las Fiestas de la Primavera de Trujillo, las de Cañete, Chincha, la Vendimia de Ica, Fiestas Patrias en Huaraz, el viaje de Promoción del colegio a Arequipa, Cuzco y Puno, …

Todas estas experiencias nos enseñaron a Sentir y Querer con pasión al Perú, esta Querida Tierra que nos vio nacer, en la que crecimos y disfruté la primera mitad de mi vida …

Como a tod@s estoy seguro esos años han dejado una profunda huella en nuestra forma de ser, en nuestra manera de vivir, y de sentir, confío que compartirás la sensación de que valores como el Amor a nuestra Tierra, la Amistad y la Familia los llevamos tod@s muy marcados, muy propios …

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De aquella infancia limeña destaca con luz propia un sencillo pero emotivo evento que seguramente todos recordamos con afecto, los famosos “Desfiles de Fiestas Patrias”, te acuerdas?, entrañable momento en que tu familia, la mía, desde muy temprano, apostadas en las aceras de las calles de Barranco, Jesús María, Miraflores, Trujillo, Arequipa, esperaban con ansiedad el paso firme y marcial tuyo y mío, nuestros padres, abuelos, hermanos, tíos coreando nuestro nombre al pasar y saludándonos con la mano o un pañuelo, y una inmensa sonrisa de satisfacción en su rostro, lo recuerdas??

Dentro de esos Desfiles rescato en particular aquellos años de principio de los setenta en que, no sé bien si por avatares del Destino, la Suerte o una mezcla de circunstancias y méritos, pero el hecho fue que tuvimos el Honor y Emoción juvenil de formar parte de la Banda de Guerra de nuestro querido Colegio Marista San Luis de Barranco en los Desfiles del 28 de Julio … Me gustaría ser capaz de poder transmitirte la emoción que nos envolvía, como en una agitada tormenta en medio del mar cuando empezábamos con los ensordecedores redobles de tambores, llegando a su máxima expresión con la entrada de las trompetas y platillos, apostados al lado del estrado acompañando el paso de nuestros compañeros de colegio con sus impecables uniformes, guantes blancos y zapatos negros brillantes recién lustrados.

Y terminado el Desfile como premio al mérito siempre nos regalaban con una visita todos en familia a una Picantería del barrio, con unos deliciosos anticuchos y picarones en la mesa, sin quitarnos esa Escarapela Blanca y Roja que por la mañana con mucho cariño nos habían puesto en el pecho antes de salir.

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Experiencias sencillas y diversas que forman parte importante de tus recuerdos y de los míos, las cuales me he permitido volcar en este pergamino para compatir contigo, esperando despierten en ti las propias, y conseguir se marque en tu rostro una pequeña sonrisa al recordarlas … Ahh, y será muy, muy grato si quieres contarnos aquí algunas de tus experiencias y anécdotas de aquella época …

Que pases unas Felices Fiestas Patrias, en familia y con los amigos,

Recibe desde Madrid un afectuoso abrazo de este agradecido Miembro de la Banda,

CARLOS LOZANO.

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