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Corren los años ochentas, sin
noticias de un buen amigo que hace meses ha viajado a estudiar fuera. Suena el timbre, salgo
a ver quien es … biennn, es Don Manuel, el cartero del barrio, que nos trae la correspondencia, y entre las clásicas
facturas y publicidad ha llegado esa carta que esperaba.
Por supuesto los sellos serán como siempre para mi hermano Fernando, que le encanta coleccionarlos.
Por supuesto los sellos serán como siempre para mi hermano Fernando, que le encanta coleccionarlos.
Como muchas familias de la época estamos sentados a la mesa mientras mamá nos pone la cena, y al
terminar de cenar, ya en el salón, toda la familia vemos las noticias que
echan en la tele, y luego algún programa,
sí, en blanco y negro, con tremenda discusión para elegir entre los dos o tres canales que hay, jeje,
lógico, es la única tele en casa ...
Papá entremedias nos comenta lo que ha leído en el periódico, y lo
que escuchó en la radio por la mañana camino del trabajo. Esta
escena familiar se repite en muchos hogares.
Fin del día, y a dormir, sin imaginar lo que poco tiempo
después ocurriría, y sin duda cambiaría el Mundo ….
A la mañana siguiente, entre amigos en la universidad comentamos
las noticias que han publicado los dos canales de televisión que hay, las
cuatro radios de siempre o los tres periódicos que compramos en el kiosko de la
esquina.
De hecho en aquellos años, si quieres comunicarte rápidamente
enviabas un fax, jeje, siempre que lo tuvieras, claaaro, y el
destinatario también. Son los medios que tenemos, y con ellos crecemos,
hasta llegar a ser personas de bien.
Reconozco que eran algo más modernos que éstos, jeje, pero tampoco mucho más. Estas son todas las fuentes de información que tenemos,
salvo algún afortunado que tiene su equipo de radioaficionado en casa, y se
comunica con gente como él en otros países.
Estoy seguro que estos recuerdos te suenan cercanos, era todo lo que
teníamos para enterarnos de lo que ocurría en el mundo, cierto?
………………………….
Pero un buen día unos iluminados descubrieron algo que cambiaría
el Mundo ... aquel pequeñajo nació sanito, y le pusieron de nombre Internet …
Cuando llegó Internet los más acomodados compraban
grandes y costosos ordenadores que permitían acceder a “la Red”, eran, jeje, algo
parecidos a éste,
Poco a poco se fue difundiendo, bajaron los precios, y con
ello Internet empezó a llegar al ciudadano de a pie, como tú y como yo, aquellos
que nos levantamos muy prontito por la mañana para salir a trabajar.
En la oficina, o al llegar a casa por la noche nos conectamos
y entramos en un mundo paralelo, donde la información ahora por fin es libre
para todos, ya no la pueden manejar los de siempre, podemos acceder a sitios web de todos lados, sin
restricciones, y enterarnos de lo que de verdad ocurre en cualquier rincón del Planeta, jeje, incluso en el propio país donde vivimos.
Hoy de hecho en cualquier lugar y momento accedemos a la información con nuestra tablet o teléfono móvil, llamamos o enviamos un mensaje instantáneo,
esté nuestro destinatario en Singapur, la Conchinchina o Tumbuctú.
Preguntando al amigo Google lo sabemos casi todo, nos dice quien es quien, qué han hecho y qué hacen, lo bueno, lo malo y lo peor. A algunos esto de Internet no les ha venido bien, pues antes podían campar a sus anchas aquí y después allá, pero ahora su mal hacer se difunde y conoce más pronto que tarde.
Entramos en las redes sociales Facebook, Twiter, WhatsApp, Linkedin,
y podemos estar cercanos a la gente que queremos, aunque
haya un océano de distancia entre nosotros.
Aunque pienso que estos avances también nos están
alejando sin darnos cuenta de gente importante en nuestras vidas; de
aquellos que tenemos justito al lado, amigos, familia, con quienes convivimos.
Cosas menos buenas también han llegado con Internet, pero
haciendo balance creo que lo bueno supera con creces a lo malo, piensas igual?
Ahora tenemos acceso a saber lo que realmente ocurre, sin que,
como en aquellos años Ochentas, manipulen la información a su antojo los cuatro políticos de turno y su
séquito de amigos influyentes.
A los de nuestra Generación nos ha tocado adaptarnos a estos cambios, mientras que nuestros hijos nacieron, no con un pan, sino con un teléfono móvil y su Ipad bajo el brazo. Siendo sinceros es bueno que ellos conozcan como eran las cosas en aquellos cercanos años de juventud de sus papás.
……………………………
Por ejemplo, si te das cuenta estás leyendo ahora mismo esta
sencilla misiva, que acabo de escribirte hace unos minutos, y en cosa de segundos
el sucesor de aquel buen cartero de siempre ya te la ha entregado, cuando aún la tinta no ha
terminado de secarse en este imaginario pergamino.
Para alegría de muchos y, no lo dudes, malestar de algunos pocos,
llegó ese buen Día en que aquellos iluminados descubrieron Internet.
Podemos llegar a tocar con la punta de los dedos estos recuerdos, pero reconocerás que ya forman parte de nuestro Pasado, quien sabe qué nos depara el Futuro.
Recibe un afectuoso abrazo, casi en el mismo instante en que te lo envío.
Recibe un afectuoso abrazo, casi en el mismo instante en que te lo envío.
CARLOS LOZANO.
Qué interesante. Me pregunto qué pensarán nuestros tataranietos sobre esto?. Quizás dirán cómo pudimos sobrevivir en un mundo tan atrasado? Sin saber ellos, que fuimos una de las últimas generaciones que supimos relacionarnos personalmente con nuestras familias y amigos. Un abrazo Carlitos.
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