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Si Hoy no fuese Viernes, e inicio de un Puente largo …
tendría que inventarlo. Con la tranquilidad que da el llegar a casa después de
una dura e intensa semana, fuera traje, corbata, maletines, Bienvenidas las
pantuflas y ropa casual, camiseta del verano pasado, adiós a afeitarse por
la mañana …
Conforme llegamos a casa el tupido velo de una noche iluminada por la luna nos recibe, ambiente de Otoño, final de Octubre, fresco sin llegar a ser frío, se refleja la humedad de las lluvias caídas en la Sierra de Madrid entre semana. Antes hemos pasado por el trabajo de mi apreciado cuñado Juan Carlos, aprovisionando de madera para la chimenea, que pronto estrenamos de nuevo, tal vez sea Hoy?.
Aparcamos a la puerta de casa, luego de descargar los
bártulos de nuestro fiel Lagartus, don Rodrigo se va directo a la cocina, a preparar
en el horno una sabrosa pizza de jamón y queso, y si es a medias Hijo?, … Carlos
Ignacio se ha quedado en Madrid, sale de marcha con los amigos.
Al rato, ya con Rodri tirado en el sofá viendo la tele, acompañado
de un perolo de palomitas, mientras nosotros, sentados con María José en la
mesa de la cocina, vemos las noticias en el Telediario de la noche, de cena rica
pizza con copa de buen vino, de postre un yogurt, esperando que el café esté
recién hecho, con su aroma especial e intenso.
Me dirijo al salón, preparo la chimenea, pero conforme
avanzo en esta tarea voy cambiando, jeje, Decisiones, (como aquella antigua
canción de nuestra cercana juventud). Mientras voy madurando esta “importante”
decisión dejo que el Tiempo pase, sin prisas, es Viernes por la noche, agotado,
intentando sacarles sabor y gusto a estos sencillos momentos.
Tal vez exagere algo, lo reconozco, jeje, pero esa pizza de
don Rodrigo la recuerdo así
……………………………….
No sé bien por qué me viene el recuerdo de un pensamiento
lleno de Verdad, que hace pocos días mi querido primo – ahijado José Carlos
compartió, desde nuestra añorada Lima, reflexión que siento muy cercana:
“Mi padre creía que la oportunidad de Vivir y dar paso a la
Vida era demasiado Mágica, demasiado increíble, demasiado regalo para
cualquiera, y comprendió que solo somos elementos de paso, que ésta es una
oportunidad consciente, no es casual. Por eso se despidió diciendo a sus Hijos:
Fue un gusto conocerlos, estoy orgulloso de ustedes, los Quiero”.
Lo que hizo don Eduardo, padre de mi ahijado, nuestro Tío
Eduardo, fue dejarnos su experiencia: Valoremos cada momento bueno que la Vida nos
brinde, por sencillo o pequeño que sea.
Gracias por tan sentido ejemplo don Eduardo, Hermano Lobo
como te llamaba nuestro querido y siempre presente Papá Carlitos.
……………………………….
Decidido, me quedo con el agradable recuerdo de este final
de viernes, tal vez algo de música, de Jose Luis Perales, Sabina o de Eric
Clapton, ya mañana por la tarde preparo todo y encenderé la chimenea.
Si te animas me avisas, podremos compartir añejos recuerdos, un buen vino, música de siempre y tranquila charla.
CARLOS LOZANO.
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