viernes, 13 de abril de 2012

Vamos a la Playa oh oh oh oh ohhh …

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Corrían a su alegre ritmo nuestros veintipocos años, aquellos fines de semana limeños empezaban los viernes, exprimiéndolos con intensidad hasta las últimas horas del Domingo. Ya te imaginas, recién ingresado en la Universidad, contábamos las horas y los minutos para llegar a la esperada tarde del Viernes, jeje, aunque hubiesen clases los sábados a las ocho de la madrugada … Jeje, Ven, déjame que te cuente ....


Por aquellos años un hecho singular consiguió unirnos aún más con mi querido primo Mario: EL FÚTBOL … Siguiendo una antigua tradición los ex-alumnos de nuestro Colegio Marista, el San Luis, formaban uno de los mejores equipos de la Liga Federada de fútbol en nuestro añorado Barranco, el Glorioso Partizán, donde coincidimos compañeros de distintas Promociones del colegio, con diferencia de dos o tres años, tal vez alguno más, y de ese equipo tuvimos el orgullo de formar parte ambos …


 
Si me lo permites Ya recordaremos anécdotas de esos memorables partidazos, con broncas incluidasss, y de toda aquella excelente gente barranquina, pero ahora, si tienes unos minutos quisiera contarte de aquellas entrañables escapadas a la playa en verano que me quiso recordar en un cariñoso mensaje hace pocos días nuestra queridísima y guapa amiga Lourdes, con quien tengo la alegría de seguir cercanos al cabo de los años, escapadas que espero despierten en ti recuerdos propios de aquellas edades …
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Con Mario compartíamos por esos años muchos fines de semana; por lo del fútbol me quedaba a dormir en casa de mis tíos en Barranco al tener partido de Liga el sábado, pero al llegar el buen tiempo ya me quedaba incluso hasta el domingo, para salir y vernos con la gente, terminando hambrientos a las tantas del sábado por la noche, devorando con ansiedad aquellos deliciosos sanguchones de pavo o de lechón en Tejadita, jeje, “Me pones uno completo, ahh, pero échale mostaza y mucha cebolla porque no tengo noviaaaa” …

En casa en Vista Alegre ya mis papás me decían con ironía al volver eso de “A ver Carlossss, porqué mejor no te mudas, nos vienes a visitar de vez en cuando y así te vemosss??? …”

Fue uno de esos recordados fines de semana barranquinos que tuvimos la fortuna y alegría de conocer a Lourdes y a sus hermanas; el caso es que, conforme pasaba el tiempo, las risas y el buen ambiente se apoderaron de los cinco, por lo que quedamos para salir todos juntos otro día, y luego otro, y otro … Como recordarás eran aquellos años en los que lo primero que debías hacer era entrar en casa de la chica para que los papás supiesen “Con quien sale mi hija”, y diesen su aprobación … Puedes dar por descontado mi Buen@ Amig@ que ese imprescindible ritual lo aprobamos ambos con Sobresaliente y Medalla al Méritooo …

Así las cosas llegó a Lima el Verano, y con él llegaron aquellas inolvidables escapadas a la playa de los cinco los domingos, a Santa María, El Silencio, La Herradura, Punta Hermosa, daba igual, con esos deliciosos cevichitos, espontáneas risas y reñidas batallas de arena … Por esos años teníamos toda la Vida por delante, jeje y para ir teníamos ambos nuestros clásicos Escarabajos VW, jeje, en los que lo más importante por encima de todo era un buen equipo de música, el famoso Toca Tocaa extraibleee …


 
Había que vernosss, aquellas tres Guapísimas Hermanitassss, Lourdes, Charo y  Carmen, siempre acompañadas de esos dos “Divertidos, Feos y Educados” Primossss … Inseparables los cinco, Juntos para todos lados, a la Playa, al Cine, Fiestas de Verano en el Regatas, bailando sin pararrr, … ahhh, no nos perdíamos una, nos invitaban siempre a todas las reuniones y cumpleaños de sus amigassss, … Hermosos recuerdos de una época que el tiempo ha querido traernos al Presente, Doy Gracias por permitirme haberlos vivido; más aún, por Poder compartirlos con ellas y con mi primo Mario, … Y ahora contigo en estas líneas …

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Gracias por haber dedicado unos minutos de tu tiempo a estos sencillos recuerdos, espero al leerlos hayan acercado a ti momentos propios parecidos de aquellos años, y si te apetece me alegrará los compartas aquí con nosotros.

Recibe un abrazo con afecto de este buen amigo.

CARLOS LOZANO.
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Fotos: Hermosas Playas de la Costa Verde de nuestra Querida y Siempre Añorada Lima, Perú.
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12 comentarios:

  1. Que bien lo debían pasar por lo que cuentas, aunque seguro te guardas muchas anecdotas. Yo por ese entonces todavía llevaba pañales jejeje.
    Un beso y sigue escribiendo.

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    1. Ya las iremos contando, jeje, las que se puedaaaa, las otras tal vez te las cuente en Off, tomando un café, Saludosss

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  2. Jajajaja., como olvidarse de los VERANOS DE LIMA??? me imagino que tendras muchas mas anécdotas que no las escribes...jajajaja., pero quien no esperaba estar BRONCEADO (a) antes de llegar a las Fiestas de Año Nuevo??? si lo ideal era mostrar el BRONCE !!! :D antes no se sabia de lo mal que hacia a la piel los ricos rayos solares??? uno se tiraba en la arena y solo querias estar bronce y al lado una cervecita bien helada..jajaja para mi no hay como el mar y el sol del Pacifico., vivo en el Atlantico., pero nunca me quemo como cuando voy a Lima en Verano y recibo ese rico sol.

    Y quien no paso por el Tejadita??? Ufff., de dia y de noche..era obligado....gracias por hacer que cada uno de nosotros entremos al Tunel del Tiempo de los Recuerdos., es simplemente fantástico!!!
    Buen fin de semana para ti y sigue dandole a la pluma.

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    1. Cuanto recuerdo grato nos traen aquellos años mozosss Lourdes, cierto?? ... Lo bonito es haberlos podido vivr, y recordarlos ahora nos dá alegria y ganas de seguir, Un besoteee

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  3. Rescato lo del tema del lechón sin cebolla sólo porque no tenías novia, jajaja; francamente, era pecado moral y una falta de respeto impensable (razón suficiente para el chote) el tufo insoportable de ese bulbo en la cara, aunque viniera amortiguado por el limoncito y el ají de nuestra típica salsa criolla, y disfrazado por el infaltable chicle Adams!...para gozar de semejante placer, el comer el sanguchón igual los dos!

    Para sobrevivir, era imprescindible contar con tu manchita íntima con quien compartir secretos, amores y mataperradas...lo máximo tu relato, Carlitos...me pregunto que fue de la mia...hmmm, voy a investigar...ahhhhh y qué espanto eso de tener clases los sábados, aunque muchas veces nos lo echáramos al hombro y a vivir de boleto, de volantín, a pesar de las ojerazas de los lunes, jaja...

    Eres como una especie de memoria extraíble, mi buen Carlitos, nada más leerte y me transportas a tiempos muuuuuuy lejanos...pero ¡como si fuera ayer! C

    Un besote, que tengas una estupenda semana, C

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    1. Al leer tu delicioso comentario me parece que deberías pensarte abrir un Blog, CarmenMaría , tod@s tenemos muchas cosas bonitas que contar, cierto?? ... Un besote grande grande, Saludosss!!

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  4. Este relato, estimado Carlos, me hizo recordar la única vez que fui al muy popular carnaval del pueblo de Mejía llamado Caperos. Era, y yo lo sabía, o tal vez lo intuía fatalistamente, que ese iba a ser el último verano que iba a pasar en Perú y muchos años – ese año partía para comenzar mis estudios universitarios en Estados Unidos. Mi anfitrión en ese viaje fue un amigo de infancia, de esos que te acompañan en las tumultuosas aventuras que provoca el colegio a una muy corta edad. Esa intuición fatalista que menciono a un inicio, no sólo forzaba a mi memoria a trabajar extra para guardar cada detalle de ese momento playero, sino también me decía, tal vez más levemente, que esa amistad nunca iba a ser lo mismo, que la distancia y el tiempo cobrarían sus víctimas. Por esa razón, en son de agradecimiento a su invitación, le regalé una fotografía de nosotros junto a otros dos entrañables amigos del colegio; atrás de la foto, con lapicero negro y trazos fuertes, le dejé una dedicatoria que buscaba frenar un casi seguro desapego – “olvidar una amistad, es matar una vida de recuerdos”.

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    1. Cierto y verdad compañero, “olvidar una amistad, es matar una vida de recuerdos”. Y ese es un lujo que no nos podemos permitir, la vida no es una nave que sale al Espacio dejando lastre en el camino, es valioso lo que nos acompaña en forma de gratos recuerdos pues nos ayuda a afrontar el Presente, un afectuoso abrazo !!!

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    1. Me alegra Ana que sea así, y más siendo la gran amiga que siempre has estado cercana aunque sea en la distancia, un beso grande Anita !!!

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  6. Tejadita!!!, lugar de paso obligado para reponer energía luego de perderlas en el Tiburón!!!, te acuerdas Carlitos?
    Un abrazo desde Lima

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  7. Genial, Carlos.
    A mi me ponen por favor pellejito en el sandwich, ese lechón o un rico sandwich de pavo no lo dejaba para el Domingo, aunque un desayuno en Lurin con sus chicharrones y tamales era todo un ritual.

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