Mira que han pasado ya algunas primaveras Hijo desde esta instantánea en aquel puerto de mar, breve parada que hicimos en el entrañable recorrido por las Rias Baixas en Galicia...
Hoy ya con tus veintidos años camino de veintitrés, y un ilusionante futuro por vivir estás en tierras francesas, en París, para hacer ese programa universitario de Erasmus, previo al final de tu Carrera.
Hace poquitos días te despedíamos en el Aeropuerto Madrid - Barajas, principios de septiembre, si mal no recuerdo era jueves por la tarde, con esas pesadas maletas y tu mochila color Tierra colgada al hombro, llena de ilusiones y proyectos.
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Disfruta Hijo con intensidad cada momento, aprovecha para viajar, hacer buenas amistades, estás viviendo una experiencia especial, irrepetible, valiosa, cada anécdota quedará guardada en tu mochila, esperando allí con paciencia, para hacerte sentir alegría y nostalgia, al recordarlas con el paso de los años.
Te estás preparando bien para la Vida, estás forjando día a día tus propios Valores y Principios, confío con ellos vas a llegar lejos, lo que has conseguido te lo has ganado a pulso...
Me hace sentir bien haber aportado mi granito de arena para ello, intentando ser un buen Padre y amigo.
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Carlos Ignacio, te adoramos Hijo, gracias por tu cariño y afecto, estamos orgullosos de ti, recibe un sentido y emocionado abrazo desde nuestro refugio en la Sierra de Madrid.
Con inmensas gana de escribir anécdotas vividas juntos, la llegada del invierno suele traer momentos propicios para escribir, lo haré.
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