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Estamos aquí, saliendo de la estación del tren, punto base del inicio del Camino Inca, rumbo a Machu Picchu... Con aquellos dieciocho años y poco recibo días antes la llamada de nuestro tío Manuel del Carpio; el intérprete de su equipo se había fracturado una mano, me pregunta si quiero tomar su lugar junto al guía local en esa expedición, que si es así me envía los billetes para volar mañana de Lima rumbo al Cusco...
Voy de coordinador de una ruta de seis día, llevando a un grupo de alemanes e italianos... Con tan pocos años me tocó vivir una de las mejores experiencias que hasta hoy recuerdo.
Casi sin darme cuenta ha pasado el tiempo... Hoy, sábado tranquilo, en nuestro refugio de la Sierra de Madrid, jeje, tal como decía Papá Carlitos, "en el merecido descanso del guerrero", allí al fondo escucho en el viejo equipo la letra de una canción de Sabina:
Quien me ha robado el mes de Abril,
Cómo pudo sucederme a mí,
Quién me ha robado el mes de Abril,
Lo guardaba en el cajón,
Donde guardo el corazón.
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Desde aquel Camino Inca calculo han transcurrido mil y trece años, con sus momentos y vivencias, muchos buenos, tal vez alguno menos…
Crecí en nuestra querida Lima, un buen día emigré a tierras de la Vieja Europa, encontré mi lugar en España, viví en Valencia a la orilla del mar, eché raíces en este Madrid de la Puerta del Sol, me casé, nacieron nuestros queridos Hijos, Carlos Ignacio y Rodrigo, junto con María José les dedicamos todo nuestro esfuerzo, desvelos y cariño, un buen día crecieron, ahora empiezan a recorrer su propio camino.
Según el sabio entender de quienes ya han recorrido este sendero, o como me decía nuestro heredero Carlos Ignacio en sentida charla tomando el aperitivo hace un par de días, haciéndome ver la alegría que tendré al volver a hacer la Vuelta a Europa de mochilero, a recorrer juntos el Camino Inca, o disfrutar otra vez conduciendo un Alfa Romeo, jeje, como aquel legendario Alfa 75 dos carburadores que tenía en los años noventa:
"Va llegando el momento, la vida nos brinda en el horizonte la oportunidad de poder empezar, con ilusión y paso tranquilo a cerrar el círculo".
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Comentábamos de todo esto ayer viernes de principios de Mayo 2019 tras grato almuerzo, con buen vino y clásica paella como él quería, al lado de la Plaza Mayor aquí en Madrid, con nuestro buen amigo de aquellos años de universidad, el Pollito Guillermo Weston, que estaba de paso, de regreso a Lima, sentados los tres junto con su compañero de faena Pablo, chileno, al sol de la tarde y el aroma de un buen café, en la terraza del Mirador del Arco de Cuchilleros.
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Lo cierto es que, llegado a este punto me viene al presente una sencilla pregunta, como decía la letra de esa vieja canción de Sabina,
¿Quien me ha robado el mes de Abril?.
Parece que el Tiempo ha pasado volando, que por favor alguien me lo explique.
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