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Martes de una semana cualquiera, siete AM. En casa se siente el ajetreo y tensión típicos al ver que se acerca la hora de salir, … Que vengaaa, a desayunar, Que te falta guardar el libro de Lengua en tu mochila, Que nos va a coger el atasco de entrada a Madrid, Vamosss que llegamos tarde …
Nuestro buen amigo Juan desde la salita de estar observaba en silencio el ajetreo y las prisas de nuestra hora de salir, revisando su agenda …
Era el caso que, aprovechando uno de sus viajes de trabajo a Madrid le invitamos a pasar un par de días con nosotros, allá por el 2006 según recuerdo ... Amigos del barrio desde la infancia compartimos aquella etapa de nuestras vidas, la canchita de fútbol en Vista Alegre era el centro de reunión, y los amigos nuestra segunda familia, el gran Julito, el Loro, los Betteta, los Camacho, el Elio ... Con Juanito compartimos juventud, barrio y anécdotas, con una amistad que a día de hoy es tal vez mayor que aquella ...
Aquí nos tienes juntos en casa, al bueno de Juan y un servidor, jeje, "sopesando los frutos del huerto", con la misma alegría de cuando chicos, compartiendo buenos recuerdos de aquellos años en el barrio ...
Bueno, volviendo a la anécdota el hecho es que montamos en el coche y salimos todos rumbo a Madrid. Luego de dejar a todos en sus lugares Juanito me acompañó a las gestiones de trabajo que tenía esa mañana. Paramos en un barecito del centro de Madrid a tomar un café con churros, típico desayuno madrileño de media mañana. Entre charla y café me comenta:
- Me alegro de corazón cómo te va yendo la vida Carlitos, por eso quisiera contarte una anécdota que con la experiencia de los años vividos me confió un antiguo amigo, bastante mayor que nosotros…
… Estábamos un buen día dando un paseo por el campo con aquel amigo y paramos a descansar, apoyados en las viejas barandillas de un puentecito que atravesaba un sinuoso riachuelo, a la sombra de un pinar. Dejando pasar el tiempo observábamos el cadencioso movimiento de las cristalinas aguas, entonces me dijo una frase, frase que No comprendí en ese momento y se lo hice saber, pero luego de explicarme fui capaz de entenderla, y ahora te lo digo yo a ti Carlos:
“Deja que el Río fluya bajo el Puente”.
La Naturaleza es sabia, continuó Juanito, El río tiene su cauce, pero muchas veces nosotros equivocadamente nos obstinamos en controlar y cambiar su curso … Aplica esta realidad en tu vida, Te noto estresado, Deja que cada uno asuma y viva sus propias responsabilidades, si los chicos llegan tarde un día el profesor les dará un aviso, si se repite será escribir cien veces “Debo salir a tiempo para llegar en hora a clases”, seguro esto ya no les gustará tanto y se preocuparán de controlar sus tiempos, de levantarse pronto y preparar sus cosas.
No te agobies ni los agobies Carlos, forma parte de su enseñanza, ten por seguro que irán asumiendo su papel y sus compromisos, viviréis todos más tranquilos, así todo en la vida, y concluyó Juan diciéndome nuevamente aquello de “Deja que el Río fluya bajo el puente”.
.............
Esta anécdota que ahora te cuento mi estimad@ amig@ ocurrió ya hace años, estando muy pequeños aún los chicos, al poco de mudarnos a nuestra casa en la Sierra de Madrid, pero desde aquella vez me quedó grabada a fuego la susodicha frase, pasó a formar parte de esa personal Bitácora de Viaje que tenemos tod@s, me acompaña en muchas situaciones y ayuda a orientar mis decisiones, en el trabajo, en la vida personal y en las relaciones con los demás.
Doy gracias porque la vida me ha permitido tener buenos amigos. Quienes conocéis a Juanito sabéis perfectamente quien y cómo es tan ilustre portador del valioso dicho, y lo Buen Amigo que es de sus amigos.
Reconozco que ya hace tiempo quería compartir estas líneas, y cumplir así con una grata tradición, la de decirte ahora a tí, que me brindas estos minutos de lectura, acompañados de unos imaginarios cafés con churros:
Mi buen@ amig@, “Deja que el Río fluya bajo el Puente”.
Carlitos tenía entonces los diez añitos, Rodrigo no llegaba tal vez a los seis, jeje, es curioso, nuestro Heredero Mayor nos habla hoy de tú a tú, así como los hijos de Juan, Como pasa el Tiempo carajj ...
.................
Que tengamos tod@s un Buen Día, Recibe un afectuoso abrazo.
CARLOS LOZANO.
Foto inicial: Viejo puentecito sobre el Río Manzanares, en las montañas de La Pedriza, cerca de casa en Madrid.
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Era el caso que, aprovechando uno de sus viajes de trabajo a Madrid le invitamos a pasar un par de días con nosotros, allá por el 2006 según recuerdo ... Amigos del barrio desde la infancia compartimos aquella etapa de nuestras vidas, la canchita de fútbol en Vista Alegre era el centro de reunión, y los amigos nuestra segunda familia, el gran Julito, el Loro, los Betteta, los Camacho, el Elio ... Con Juanito compartimos juventud, barrio y anécdotas, con una amistad que a día de hoy es tal vez mayor que aquella ...
Aquí nos tienes juntos en casa, al bueno de Juan y un servidor, jeje, "sopesando los frutos del huerto", con la misma alegría de cuando chicos, compartiendo buenos recuerdos de aquellos años en el barrio ...
Bueno, volviendo a la anécdota el hecho es que montamos en el coche y salimos todos rumbo a Madrid. Luego de dejar a todos en sus lugares Juanito me acompañó a las gestiones de trabajo que tenía esa mañana. Paramos en un barecito del centro de Madrid a tomar un café con churros, típico desayuno madrileño de media mañana. Entre charla y café me comenta:
- Me alegro de corazón cómo te va yendo la vida Carlitos, por eso quisiera contarte una anécdota que con la experiencia de los años vividos me confió un antiguo amigo, bastante mayor que nosotros…
… Estábamos un buen día dando un paseo por el campo con aquel amigo y paramos a descansar, apoyados en las viejas barandillas de un puentecito que atravesaba un sinuoso riachuelo, a la sombra de un pinar. Dejando pasar el tiempo observábamos el cadencioso movimiento de las cristalinas aguas, entonces me dijo una frase, frase que No comprendí en ese momento y se lo hice saber, pero luego de explicarme fui capaz de entenderla, y ahora te lo digo yo a ti Carlos:
“Deja que el Río fluya bajo el Puente”.
La Naturaleza es sabia, continuó Juanito, El río tiene su cauce, pero muchas veces nosotros equivocadamente nos obstinamos en controlar y cambiar su curso … Aplica esta realidad en tu vida, Te noto estresado, Deja que cada uno asuma y viva sus propias responsabilidades, si los chicos llegan tarde un día el profesor les dará un aviso, si se repite será escribir cien veces “Debo salir a tiempo para llegar en hora a clases”, seguro esto ya no les gustará tanto y se preocuparán de controlar sus tiempos, de levantarse pronto y preparar sus cosas.
No te agobies ni los agobies Carlos, forma parte de su enseñanza, ten por seguro que irán asumiendo su papel y sus compromisos, viviréis todos más tranquilos, así todo en la vida, y concluyó Juan diciéndome nuevamente aquello de “Deja que el Río fluya bajo el puente”.
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Esta anécdota que ahora te cuento mi estimad@ amig@ ocurrió ya hace años, estando muy pequeños aún los chicos, al poco de mudarnos a nuestra casa en la Sierra de Madrid, pero desde aquella vez me quedó grabada a fuego la susodicha frase, pasó a formar parte de esa personal Bitácora de Viaje que tenemos tod@s, me acompaña en muchas situaciones y ayuda a orientar mis decisiones, en el trabajo, en la vida personal y en las relaciones con los demás.
Doy gracias porque la vida me ha permitido tener buenos amigos. Quienes conocéis a Juanito sabéis perfectamente quien y cómo es tan ilustre portador del valioso dicho, y lo Buen Amigo que es de sus amigos.
Reconozco que ya hace tiempo quería compartir estas líneas, y cumplir así con una grata tradición, la de decirte ahora a tí, que me brindas estos minutos de lectura, acompañados de unos imaginarios cafés con churros:
Mi buen@ amig@, “Deja que el Río fluya bajo el Puente”.
Carlitos tenía entonces los diez añitos, Rodrigo no llegaba tal vez a los seis, jeje, es curioso, nuestro Heredero Mayor nos habla hoy de tú a tú, así como los hijos de Juan, Como pasa el Tiempo carajj ...
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Que tengamos tod@s un Buen Día, Recibe un afectuoso abrazo.
CARLOS LOZANO.
Foto inicial: Viejo puentecito sobre el Río Manzanares, en las montañas de La Pedriza, cerca de casa en Madrid.
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Carlos,los relatos son muy bonitos,me han gustado mucho.Desconocia tu faceta como escritor,eres genial FELICIDADES.Un beso
ResponderEliminarse me olvidó decirte que me encanta la frase
ResponderEliminar"Deja que el Río fluya bajo el Puente”.
Gracias por compartirla.
Lo mejor de esta aventura que ahora inicio Charito es conseguir arrancar una sonrisa tranquila a quien allí, al otro lado del teclado, me permite contarle estos relatos ... , y más si me regala su tiempo al comentarlo, como haces ahora, Gracias por acompañarme y por tus palabras, espero con interés tus comentarios y consejos, un besote Charo.
ResponderEliminarLa próxima tormenta solar puede llevar la humanidad al siglo XVIII
ResponderEliminar¿Podemos prevenir la gran tormenta solar de 2012? Científicos británicos se preparan para predecir con seis horas de antelación una gran catástrofe que llegue del espacio. Un conjunto de luces brillantes iluminarán inesperadamente el cielo. Las consecuencias para el planeta pueden ser graves
Las bombillas empiezan a parpadear y, después de unos segundos, se apagan indefinidamente. Todo el país se queda a oscuras. No es el único. La situación se repite en todo el mundo. Un año después, nada ha cambiado. Se registran millones de muertos y nuestra civilización parece abocada a su fin. ¿La causa? Una potentísima tormenta solar.
Una potente tormenta solar puede acabar con nuestros sistemas eléctricos y de comunicaciones. Esta descripción parece sacada de una de esas películas de catástrofes con las que de vez en cuando Hollywood sacude las taquillas de los cines, pero, por desgracia, puede estar lejos de la ficción. Forma parte de un informe publicado hace dos años por la Academia Nacional de Ciencias de los Estados Unidos (NAS) y financiado por la NASA.
El estudio advierte que enormes chorros de plasma procedentes del Sol pueden alcanzar nuestro planeta en 2012 o 2013, cuando la actividad del astro rey alcance su máximo pico como parte del ciclo solar de once años. No es fácil que esto ocurra, pero es una posibilidad real. La actual dependencia de la electrónica y de las comunicaciones por satélite supone que una fuerte tormenta espacial podría causar veinte veces más daño económico que el huracán Katrina. Si algo semejante llega a producirse, ¿tenemos alguna opción? ¿hay una oportunidad de salvarnos?
Investigadores de la Universidad de Bardford (Reino Unido) creen que sí, siempre que la amenaza no nos pille desprevenidos y dispongamos de una alerta temprana que nos permita tomar medidas. Con este objetivo, trabajan en el desarrollo de un nuevo método para predecir los grandes movimientos del Sol.
Las tormentas solares implican la liberación de enormes cantidades de gas caliente y fuerzas magnéticas hacia el espacio en torno a 1.600.000 kilómetros por hora.
Aunque las grandes erupciones solares normalmente tardan varios días en llegar a la Tierra, la catástrofe puede precipitarse, ya que la más grande conocida, registrada en 1859, nos alcanzó en tan sólo dieciocho horas (Bautizada como “El evento Carrington”, por el astrónomo británico que lo midió, causó el colapso de las mayores redes mundiales de telégrafos). Las llamaradas solares, que también pueden causar daños, tardan sólo unos pocos minutos.
Atentamente,
Clemente Monroy Iglesias
Impresiona la descripción Clemen, es un escrito tuyo?, un abrazo compañero, y espero tus comentarios y consejos.
ResponderEliminarsi es mío
ResponderEliminarMuy bueno Carlos!!!!!!
ResponderEliminarGracias por estar aquí con nosotros, Que tengas un Buen Día, un fuerte abrazo!!
EliminarNos conocimos en época universitaria, pero creo que la vida te enseñó mucho más de lo que se aprende en aulas y fuiste un alumno aprovechado. Te felicito Carlos por todo lo que nos entregas y me siento honrado y agradecido de ser tu amigo.
ResponderEliminarEl solo hecho de recibir tu saludo ya es un premio Roberto, son muchos y valiosos los buenos recuerdos junto contigo, Salva, Albertin, Alfredo y tantos buenos amigos. Gracias por tus palabras, animas a seguir el camino,; iremos publicando cada semana, espero tenerte siempre aquí, recibir tus comentarios, y críticas. Soy afortunado de tener tan buenos amigos como tú, un fuerte abrazo compañero!!
EliminarSABES ? YO TENIA UNA TIA ABUELA MUY MAYOR QUE SIEMPRE ME CONTABA HISTORIAS QUE NUNCA ENTENDIA , PERO A PESAR DE MI CORTA EDAD SE ME QUEDARON EN LA MENTE ,MUCHAS VECES LA VIDA ME PONE ESAS HISTORIAS EN CARNE Y HUESO Y PIENSO QUE RAZON TENIA !!! A VECES UNA FRASE " DEJA QUE EL RIO FLUYA BAJO EL PUENTE " TE HACE DESPERTAR RECUERDOS DORMIDOS ....GRACIAS POR ESTE RELATO ...
ResponderEliminarGracias a tí Maria Jose por haber dedicado unos minutos a estas anécdotas, al fondo del baúl que cada uno tenemos dentro están recuerdos entrañables, tal vez dormidos, como el de tu querida tía abuela, pero que cuando vuelven a la luz nos dan alegria y nos hacen sentir bien, cierto?? ... Creo saber quien eres, dame alguna seña más, ... Tengo alguna gratísima anécdota gallega que espero compartir pronto, y deseo te gusten, dime si es así, gracias por estar cercanos, un besote grande grande!!
EliminarQue sabias palabras las de nuestro amigo Juan, cada día me doy más cuenta de la razón que tiene, no les puedes presionar y en cada momento va llegando eso que tu esperas de ellos sola hay que darles tiempo.
ResponderEliminarM.J.L.
QUE LINDA TU ANECDOTA....SOY DE VISTA ALEGRE Y CONOZCO A MUCHAS DE LAS PERSONAS QUE MENCIONASTE (ES MAS, SOY HERMANA DE UNO DE ELLOS) ....ESO LO HIZO QUE ME REMUEVA MI CORAZONCITO...
ResponderEliminarGRACIAS POR COMPARTIR,A MI TAMBIEN ME ENCANTA ESCRIBIR Y MUCHAS VECES LA BASE DE MIS RELATOS SE DEBEN A LOS REFRANES QUE QUIZA CUANDO TE FUERON DICHOS NO LOS ENTEDIAS PERO AL VIVIR LA VIDA SIN QUERER LOS VAS APLICANDO...
SALUDOS!
Gracias por compartir con todos tus hermosos recuerdos que nos llevan a los que vivimos nosotros y que muchas veces no les dejo que den la cara pues intento vivir al día, pero al ver con que cariño y alegría nos cuentas los tuyos voy a intentar cambiar mi actitud. No es malo recordar aunque en algún momento sientas ese pellizco en el estómago que no soy capaz de analizar. Gracias. Un beso. M.Carmen
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