Seducción en Madrid, en plena calle Orense …

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Mes de Enero, frío, mucho frío en Madrid ... Como cada día el despertador sonó con su insistencia de siempre a las Seis Cero Cero Zulú “de la madrugada”, jeje, hay que ver que es pesado y terco el colegaaa … a la tercera vez que lo apagué me ganó, ya estaba arriba, decidido a empezar el día, ducha, desayuno, organizar la salida de la tropa y listos, “Todos al coche, partimosss”.

 


Conforme nos acercábamos a la Gran Ciudad aún no amanecía, a un lado de la carretera cual inmenso collar rojo intenso y al otro cien mil luciérnagas amarillas formaban dos cadenas interminables. Ocho am dejamos a los chicos en el colegio, de ahí a la oficina, organizar documentos y agenda, revisar emails y adelantar alguna llamada.

La fría e invernal mañana madrileña nos espera. Como todos los días empiezan las llamadas, gestiones, cita en Aduanas, mucho tráfico, de aquí para allá, … En pleno corazón financiero y comercial de la calle Orense termino con las gestiones que allí tenía en el Notario, cuando de pronto, como un lunar entre tanto edificio altísimo, oficinas y tiendas de lujo paso caminando frente a una pequeña Panadería, antigua, de las de toda la vida.

En las vitrinas que daban a la calle algo hace detenerme y acercar la mirada … un tremendo, doradito, hermoso croissanttt, uhmmm, todo rellenito de mantequilla, jugoso jamón y rico queso en lonchas que se le salía por los lados, parecía seducirme con esa deliciosa pinta susurrando suavemente CÓMEME, CÓMEME …


Entro en la Panadería, mientras a mi lado una estudiante con su falda a cuadros sale comiendo casi con ansias una inmensa palmera de chocolate.

La dependienta, una señora sonriente, amable, con su blanco e inmaculado delantal me saluda, preguntándome qué deseaba …

-     Llevo en pie desde las seis, le comento, y pensaba entrar en una cafetería a desayunar cuando, (señalando muy decidido con el dedo), esa delicia de croissant de la vitrina me ha guiñado un ojo, pero ocurre que al ver salir esa sabrosa palmera de chocolate me ha entrado una duda inmensa.
-     ¿La duda es por decidir entre algo salado o algo dulce?
-     Nooo, es por si será mucho jeje, pero creo que me llevo las dosss.
-     Le recomiendo caliente antes un poquito el croissant, dejando que el queso se derrita un pelín, sé que le encantará, me dice.

Así fue como luego de pagar y despedirme salí camino del coche, bien acompañado de mis dos crujientes y deliciosas compañeras.

Entrar en la oficina y dirigirme a la mesa del café fueron dos acciones en una. Sin quitarme el abrigo preparé el café, metí el croissant en el microondas, Uhmmm qué olorcito mas buenoooo … hacía tiempo que no disfrutaba con tanto placer el desayuno de media mañana, Qué Deliciaaa!!

La verdad Me inquieta, jeje, Será que a estas alturas del partido he descubierto en la Gula “otro de mis Pecados Capitales favoritos”???

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Si esta anécdota que he querido compartir contigo te trae a la memoria algún momento parecido, y sonríes con una pizca de gula al recordarlo me alegrará de verdad saberlo, ... Son esos sencillos momentos que, de tan simples que son es que ni tienen “moraleja”, tan sólo están ahí, y le dan un poquitín más de sabor a la vida, cierto?? … Anda, no te cortes, cuéntanos aquí, que estamos en Petit Comité, entre amig@s.

Saludos, que tengas un buen día, … Ahhh, y espero poder vernos pronto, si es así, desayunamos juntos??

Un afectuoso abrazo.

CARLOS LOZANO.
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