jueves, 1 de marzo de 2012

Crónica de un Viaje por Europa 1, Tren procedente de París por la Vía Tres ...

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Las agujas del reloj anuncian las dos de la tarde, día frío para empezar Febrero en Madrid, brrrrrr, informan en el Telediario la entrada de un Frente Siberiano a partir de mañana Jueves … terminada la reunión en el despacho nos despedimos de nuestro amigo Antonio, cliente de la Consultora hace más de diez años. Nos cuenta sus experiencias y las diferencias entre su Venezuela natal y Camboya, de donde acaba de llegar ayer luego de pasar unos meses ayudando a su hijo en la empresa que éste ha montado allí … Hay que verrrr, jeje, y yo pensando que era como Marco Polo cuando “atravesé el Mundo” al venirme a España …

Conforme nos despedimos de Antonio con un afectuoso abrazo cojo el abrigo y la bufanda, tenemos unas gestiones cerca de la Estación de Tren de Chamartín ….

 




Al terminar, siendo la hora que es, sin tiempo de volver a comer cerca del trabajo decidimos picar algo ligero en las cafeterías de la Estación, punto de llegada a Madrid de todos los trenes nacionales y los procedentes del Norte de Europa ... Una buena copa de tinto Ribera del Duero acompaña la deliciosa y calentita baguette con baicon crujiente y queso derretido, patatas fritas alrededor, rematando la faena un aromático café sólo, bien cargado, “para machotes” ...



Mientras en la barra preparaban el café, por la megafonía de la Estación vuelvo a escuchar con nostalgia un acompasado estribillo que formó parte de una especial e irrepetible etapa de mi juventud … “Su atención por favor, Tren procedente de París efectúa su Entrada por la Vía Tres”.








Ese mensajillo despierta en mi interior emociones y sentimientos que, si te soy sincero, estaban dormidos hace ya años, tal vez empujados al fondo del Baúl de los Recuerdos por lo inmediato, el trajín y las carreras del día a día ... La imagen es nítida, veintitantos años, barba de cinco días, pesada mochila a la espalda, plano en una mano, cigarrito Chesterfield a medio consumir en la otra, mirando con atención al panel de “Departures” que tenemos encima, en medio de multitud de gente hablando en distintos idiomas, en una Estación de trenes, tal vez Termini, Burdeos o Atenas, donde lo último que esperaba era a alguien hablándome en castellano.







La ilusión vivida con aquella irrepetible Vuelta a Europa que estaba haciendo realidad a mediados de los años ochenta sólo era comparable con la intensa emoción de poder hacer varios años antes la ruta del Camino Inka en Cuzco, gracias a una llamada de nuestro querido tío Manuel, quien sabiendo que chapurreaba el inglés me propuso viajar a Cuzco para ir como reemplazo del Ayudante de Guía acompañando un grupo formado por alemanes e ingleses, pero esta anécdota entrañable si me lo permites ya te la contaré en otra ocasión, ahhh, si ves que pasa el tiempo y se me olvida me lo recuerdas, vale??


Esta aventura viajera que te cuento duró seis intensos meses, y para ella ahorramos lo indecible, jeje, mira que hasta vendí mis queridas botas de fútbol Puma, aquellas de nuestra época en el Glorioso Partizán de Barranco. Fue una experiencia que espero con ilusión puedan vivir mis hijos, y que recomiendo de corazón a las nuevas Generaciones ... Anécdotas??, todas las que te puedas imaginar, Una que me viene a la memoria gira alrededor del apretado presupuesto que teníamos para el viaje …


Como sabes esto del presupuesto siempre agudiza el ingenio, por lo que desarrollamos una depurada técnica que combinaba los conocidos Albergues de Jóvenes (Youth Hostels), con hospedaje, ducha y desayuno por cinco dólares, sumado con el hecho de disponer del Euraill Pass de la época, un billete de pago único, abierto por tres meses, que permitía acceso ilimitado a todos los trenes en Primera Clase que quisieses, (más algún que otro Ferry, como el de Estocolmo a Helsinski, o el de Brindisi a Patras):


Dicha Técnica, impropia de un Turista y sin embargo Estandarte de un Buen Viajero consistía en seleccionar dos ciudades, por ejemplo Munich y Roma, dos ciudades distantes unas ocho horas en tren. Tomábamos el tren de medianoche en Roma para aprovechar de dormir en el viaje, y así amanecer en Munich. Luego de una “necesaria” y refrescante duchita en la estación por cincuenta centavos de dólar, la mochila grande depositada en el Locker, la mochila pequeña a la espalda con lo necesario, y a pasar el día en Munich, … A medianoche Otra Vez, Trennn a Roma. Llegada la tercera noche tocaba cama, ufff, la espalda llevaba ya impreso el Número de Asiento, tocaba ir al sobre como toda persona decente, en el Albergue … Fue óptimo para el apretado presupuesto, jejeje, sólo que ahora a veces me entran dudas sobre si la Fontana de Trevi está en Munich, o si la Torre Eiffel la plantaron los vikingos en Hamburgoooo ...


 



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Ehhh, mi Buen@ Amig@, que ya es hora de volver al trabajo!!, … Si has llegado hasta este punto me comprometo a contarte aquí algunas de estas anécdotas de viaje, Buenooo, al menos las que no nos arriesguemos a que sufran el “Afilado Tijeretazo de la Censuraaa”, jeje, que hay varias, siii, pero ésas ya te las contaré en Off con unos buenos roncitos.

“Su atención por favor, Tren procedente de París efectúa su Entrada por la Vía Tres”.

Un afectuoso abrazo, Que estés bien.

CARLOS LOZANO.
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5 comentarios:

  1. Siempre es bonito recordar esas anécdotas vividas a lo largo de nuestra vida y que más tarde seguro contaremos algunas a nuestros hijos como nosotros hacemos ahora y se lo pasan fenomenal, lo mejor es cuando terminas de contárselo y te piden más y otras que contaremos a nuestros nietos.
    M.J.L.

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    1. Nuestros Hijos son Lo Más Valioso que hemos hecho realidad en nuestras vidas, no hay nada más importante, verdad??? besotesss

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  2. Hace muchos años hice un viaje parecido por Francia, comiendo a base de baguette, yendo en metro, andando (14 kms. diarias) y trenes a todos los sitios y siempre recordaré el hotel del Jura que nos recomendaron, no sé si con ganas de cahondeo unos amigos, en la rue de Sebastopol en pleno centro de París, sin saber que era la zona de las madames demi-mondaine. Al paso de los años no reimos recordando aquel viaje e incluso las proposiciones que recibíamos el grupo de chicas que inocentemente paseábamos por la calle sin entender lo que evidentemente nos decían quienes de dirigian a nosotras..
    Al cabo de los años, trabajando en una empresa francesa nos invitaron a París a un superhotel, cenas y comidas en los mejores sitios, bailes en la terraza del Ritz y el mejor ambiente de los clubs nocturnos donde había que entrar con invitación por el ambiente restringido de su clientela, pero de este viaje no me acuerdo casi era mucho más divertido vagar por las calles, comiendo lo que pillábamos y sentarnos en las escaleras del Sacré Coeur. Hoy no podría hacer todo aquello, pero es evidente que muchas veces lo más sencillo es lo más entrañable. Besos. M.Carmen

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    1. Ese valor que das a los recuerdos sencillos es el que siento que Vale Oro, MariCarmen, disfrutemos esos momentos vividos, y el grato sabor que dejan en la memoria, cierto??, besotesss

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  3. Me gustó mucho tu relato, casi que viaje pues; pero algo me jaló la vista y me detuve en la parte que tuviste que desprenderte de tus chimpunes Puma con los que jugabas en el Partizán de Barranco, sólo los barranquinos de nuestra época sabemos lo que representaba el equipo en nuestras vidas. Esperaré el siguiente relato con mochila en mano. Cariños Carlitos

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